Los trastornos de ansiedad representan algunas de las condiciones de salud mental más comunes en la población mundial. Es importante aclarar que cuando hablamos de ansiedad en este contexto, nos referimos específicamente al trastorno de ansiedad generalizada, trastorno de ansiedad social, trastorno de pánico, y otros reconocidos, no a la ansiedad fisiológica y adaptativa que todas las personas experimentan ocasionalmente.
Cuando hablamos de "curar" un trastorno de ansiedad, nos referimos a la eliminación completa y permanente de los síntomas sin necesidad de tratamiento continuo. En contraste, "controlar" implica el manejo efectivo de los síntomas a través de intervenciones sostenidas que permiten un funcionamiento normal, pero que requieren mantenimiento a largo plazo.
Una pregunta frecuente que surge, es si estos trastornos de ansiedad tienen cura definitiva o requieren un manejo continuo. La evidencia científica actual proporciona una respuesta variada sobre esta cuestión.
Evidencia científica sobre el tratamiento
Aunque los tratamientos actuales pueden reducir significativamente los síntomas de los trastornos de ansiedad y mejorar la calidad de vida, la evidencia científica muestra que estos trastornos tienden a ser condiciones crónicas o recurrentes en muchos casos. Por esta razón, las intervenciones tienden a centrarse en mejorar la capacidad de afrontamiento, el control y la regulación, más que su eliminación total, pues siempre existe la posibilidad de que los síntomas reaparezcan en momentos determinados (Penninx et al., 2021; Rosenbaum, 2019).
Esta perspectiva, no debe interpretarse como pesimista, sino como realista y orientada hacia objetivos de tratamiento alcanzables y sostenibles a largo plazo.
Tratamientos efectivos para el control
La terapia cognitivo-conductual (TCC) se posiciona como el tratamiento con mayor evidencia científica disponible. Este enfoque logra reducciones moderadas a grandes en los síntomas de ansiedad y mejora significativamente la funcionalidad de los pacientes, aunque la remisión completa es menos frecuente (McLellan et al., 2023).
Los antidepresivos, particularmente los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) y los inhibidores de la recaptación de serotonina y noradrenalina (IRSN), junto con otros fármacos especializados, pueden ser efectivos para controlar los síntomas. Sin embargo, suelen requerir un uso prolongado y la ansiedad puede aparecer al suspenderlos (Parker et al., 2021). Es importante destacar que los tratamientos farmacológicos por sí solos, sólo son eficientes mientras el medicamento suministrado produzca el efecto deseado en el paciente, ya que una vez se haya ido el efecto o el paciente genere resistencia al medicamento, la ansiedad vuelve. Por lo tanto, siempre es recomendado acompañar estos tratamientos con intervención psicológica para hacer cambios a nivel cognitivo y que el paciente desarrolle estrategias útiles que le permitan controlar la ansiedad, utilizando recursos propios.
Las aplicaciones móviles especializadas y programas grupales muestran eficacia moderada, especialmente para casos de intensidad leve a moderada. Aunque estas modalidades representan opciones accesibles y prometedoras, no suelen lograr la eliminación total del trastorno (Linardon et al., 2024).
Remisión y recaídas
La investigación indica que aunque muchos pacientes logran remisión de los síntomas tras el tratamiento adecuado, una proporción significativa experimenta recaídas o mantiene síntomas residuales a largo plazo (Craske & Stein, 2017).
Este patrón subraya la importancia de desarrollar estrategias de mantenimiento y prevención de recaídas como parte integral del plan de tratamiento.
Aunque muchos pacientes logran remisión de los síntomas tras el tratamiento, una proporción significativa experimenta recaídas o síntomas residuales a largo plazo (Craske & Stein, 2017; Penninx et al., 2021; Rosenbaum, 2019).
Conclusión
Los trastornos de ansiedad, en la mayoría de los casos, se pueden controlar eficazmente con tratamientos psicológicos y farmacológicos basados en evidencia. Sin embargo, rara vez se curan de manera definitiva. Comprender esta realidad permite establecer expectativas realistas y desarrollar planes de tratamiento orientados hacia el manejo exitoso a largo plazo, mejorando significativamente la calidad de vida y el funcionamiento diario de las personas que viven con condiciones relacionadas con la ansiedad.
Referencias
Craske, M., & Stein, M. (2017). Anxiety. The Lancet, 388, 3048-3059. https://doi.org/10.1016/S0140-6736(16)30381-6
Linardon, J., Torous, J., Firth, J., Cuijpers, P., Messer, M., & Fuller-Tyszkiewicz, M. (2024). Current evidence on the efficacy of mental health smartphone apps for symptoms of depression and anxiety. A meta‐analysis of 176 randomized controlled trials. World Psychiatry, 23. https://doi.org/10.1002/wps.21183
McLellan, L., Woon, S., Hudson, J., Lyneham, H., Karin, E., & Rapee, R. (2023). Treating child anxiety using family-based internet delivered cognitive behavior therapy with brief therapist guidance: A randomized controlled trial. Journal of Anxiety Disorders, 101, 102802. https://doi.org/10.1016/j.janxdis.2023.102802
Parker, E., Banfield, M., Fassnacht, D., Hatfield, T., & Kyrios, M. (2021). Contemporary treatment of anxiety in primary care: a systematic review and meta-analysis of outcomes in countries with universal healthcare. BMC Family Practice, 22. https://doi.org/10.1186/s12875-021-01445-5
Penninx, B., Pine, D., Holmes, E., & Reif, A. (2021). Anxiety disorders. The Lancet, 397, 914-927. https://doi.org/10.1016/S0140-6736(21)00359-7
Rosenbaum, J. (2019). New directions in anxiety disorder treatment. General Psychiatry, 32. https://doi.org/10.1136/gpsych-2019-100166
Este articulo fue revisado por el psicólogo Mario Alfonso| Red de psicólogos con la misión de hacer la terapia accesible | Terapia online desde $10 USD | Psy-red.com
Excelente explicación. Creo que es fundamental aclarar esta diferencia entre curar y controlar los trastornos de ansiedad, porque muchas veces las expectativas poco realistas generan frustración tanto en pacientes como en familias. Entender que el objetivo es aprender a manejar la ansiedad y no necesariamente eliminarla por completo, abre la puerta a un proceso más compasivo, sostenible y esperanzador.
Además de la TCC, enfoques como la Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT) también han mostrado gran eficacia, ayudando a las personas a relacionarse de otra manera con sus pensamientos y emociones, aceptando la ansiedad en lugar de luchar contra ella y enfocándose en construir una vida con sentido.