Introducción
Comenzaré hablando de una familia que busca que su hijo se comporte adecuadamente en la escuela. El problema descrito es que el menor de edad contesta de forma grosera a la maestra y se relaciona de manera agresiva con sus compañeros. En ocasiones ha llegado a los golpes con ellos.
La situación anterior ha llevado a que la familia y los profesores etiqueten al niño como “problemático”. Para solucionar el problema han recurrido a las mismas acciones una y otra vez. Por recomendación de la maestra buscan un psicólogo “especializado en niños”. Sin embargo, esta estrategia para solucionar el problema podría asignarle una etiqueta negativa al menor de edad. El tratamiento individual podría funcionar, sin embargo, existe la terapia familiar con enfoque sistémico que brinda una atención más integral. Es decir, la psicoterapia con enfoque sistémico se concentra en la interacción de la familia con ese niño que puede estar funcionando como chivo expiatorio, es decir, como el miembro que manifiesta un síntoma o conducta problemática que en realidad refleja un conflicto más profundo y, muchas veces, no expresado dentro del sistema familiar.
Por lo tanto, para el psicoterapeuta familiar con enfoque sistémico es importante trabajar con la familia en su conjunto o, en ocasiones de manera individual con algunos miembros del sistema para mejorar la situación del niño, de modo que deje de ser etiquetado negativamente, a la vez que modifica su conducta. Esto implica no centrarse únicamente en el síntoma individual, sino en transformar los patrones relacionales que sostienen el problema, promoviendo una comunicación más abierta, la validación emocional y la corresponsabilidad en el proceso de cambio.
¿Qué es la Terapia Sistémica?
El enfoque sistémico tiene su base en la teoría de los sistemas. El principal postulado es que al vivir en grupo, obviamente lo que le pase a un miembro afecta a los demás. Por lo tanto, propusieron concentrarse en la manera de interactuar de los integrantes de la familia; en observar los patrones funcionales y disfuncionales en la manera de interrelacionarse.
Lo anterior derivado de observaciones con pacientes esquizofrénicos donde Gregory Bateson (Vargas Ávalos, 2004) formuló la teoría del doble vínculo en su investigación sobre pacientes esquizofrénicos. Hubo otros grupos de investigación sobre las causas de la esquizofrenia y concluyeron que era la familia la encargada de la mejoría o recaída del paciente. El equipo de Bateson estaba conformado por John Weakland, Jay Haley y William Fry quienes investigaban los procesos de clasificación de mensajes y la forma que puede dar lugar a paradojas. Este equipo también examinó la práctica de psicoterapia con pacientes psiquiátricos en Palo Alto California en el año de 1953 y mostrando sus resultados en 1956 en un artículo titulado “Hacia una teoría de la esquizofrenia” donde se afirmó que este padecimiento es un fenómeno comunicativo y producto de las relaciones familiares. De esta investigación nació la teoría del “doble vínculo”, que describe la experiencia de recibir mensajes contradictorios y simultáneamente imposibles de cumplir, generando gran confusión en el receptor.
Es así que la terapia familiar sistémica comienza a diferenciarse de la psicoterapia tradicional como el psicoanálisis o la terapia conductual. Su principal característica es considerar las dinámicas relacionales dentro del sistema familiar, los patrones de interacción y cómo la conducta de cada miembro afecta al conjunto. En lugar de patologizar a un solo individuo, el enfoque sistémico busca entender la función que cumplen los síntomas dentro del sistema familiar, enfocándose en la interacción y el contexto relacional para promover el cambio.
Por lo tanto, la terapia sistémica es un enfoque psicoterapéutico que ve los problemas psicológicos desde una perspectiva más amplia. En lugar de centrarse únicamente en el individuo, este método considera el contexto de los sistemas sociales donde la persona vive, como la familia, la pareja o el grupo social.
El objetivo principal de esta terapia es mejorar las relaciones y funcionamiento dentro de estos sistemas para promover tanto el bienestar individual como colectivo. Esta perspectiva reconoce que nuestros problemas no ocurren en el vacío, sino que están conectados con nuestras relaciones más importantes.
Fundamentos y Técnicas
Teoría de Sistemas y Comunicación
La base de la terapia sistémica es la comprensión de que los síntomas psicológicos no solo pertenecen al individuo. Estos síntomas surgen y se mantienen por las interacciones dentro del entorno social de la persona (Calvo et al., 2016).
Técnicas Principales
Los terapeutas sistémicos utilizan diversas técnicas especializadas para modificar patrones de interacción, de las cuales se describen algunas a continuación:
Preguntas circulares: Ayudan a explorar diferentes perspectivas
Reencuadre positivo: Cambia la interpretación de situaciones problemáticas
Genogramas: Mapas familiares que visualizan relaciones y patrones
Esculturas familiares: Representaciones físicas de dinámicas familiares
Tareas terapéuticas: Actividades diseñadas para cambiar comportamientos
(Von Sydow et al., 2024)
Uso de analogías: consiste en explicar una idea, situación o concepto mediante la comparación con otra que sea más familiar o comprensible para quien escucha o lee. Es una herramienta muy útil en psicoterapia y en la escritura académica o divulgativa, ya que permite ilustrar fenómenos complejos de manera sencilla y accesible.
Directivas: se hace referencia a las tareas que el terapeuta imparte durante la sesión.
Externalización: se identifica el problema como una entidad separada de la persona.
(Eguiluz, 2004).
Modalidades de Aplicación
La terapia sistémica es flexible en su aplicación. Puede realizarse en sesiones individuales, de pareja, familiares o grupales, adaptándose a las necesidades específicas del sistema consultante ( Calvo et al., 2016).
Eficacia y Aplicaciones
Trastornos Tratados
La investigación ha demostrado que la terapia sistémica es eficaz para tratar una amplia variedad de condiciones en adultos y menores:
Trastornos del estado de ánimo
Ansiedad
Trastornos obsesivo-compulsivos
Trastornos alimentarios
Esquizofrenia
Problemas de conducta
Consumo de sustancias
( Pinquart et al., 2016; Retzlaff et al., 2013)
Además, la psicoterapia con enfoque sistémico permite:
Tener una visión integral del problema evitando etiquetar únicamente a una persona y, con ello, prevenir la estigmatización.
Promueve la corresponsabilidad de tal manera que todos los miembros pueden asumir parte de la responsabilidad en las acciones que genera el síntoma.
Mejora la comunicación familiar.
Fortalece los vínculos afectivos.
Favorece el cambio sostenible al abordar las causas profundas del problema y no sólo los síntomas visibles, la terapia sistémica tiende a generar cambios duraderos. Cuando las dinámicas familiares se transforman, los comportamientos individuales también se modifican de forma natural.
Puede prevenir futuros problemas: Al intervenir sobre el sistema familiar, se crean condiciones más saludables para el desarrollo emocional de todos sus miembros, lo que puede prevenir la aparición de nuevos síntomas o dificultades en el futuro.
Comparación con Otras Terapias
Los estudios muestran que la terapia sistémica es tan efectiva como otras psicoterapias reconocidas. En algunos casos específicos, resulta más eficaz, particularmente para:
Problemas relacionales
Violencia de pareja
Prevención de recaídas en esquizofrenia
Problemas en la crianza y conducta infantil
Trastornos psicosomáticos y emocionales
Procesos de duelo y pérdida
Crisis o cambios importantes en la vida
(Carr et al., 2020)
Enfoque Integrador
Una ventaja importante de la terapia sistémica es su capacidad para combinarse con otros modelos terapéuticos como técnicas y perspectivas de terapias cognitivas, conductuales, psicodinámicas y humanistas, enriqueciendo así el proceso terapéutico. Puede adaptarse a diferentes contextos culturales y necesidades específicas (Russell & Breunlin, 2019).
Conclusión
La terapia sistémica representa un enfoque eficaz y flexible para abordar problemas psicológicos. Su fortaleza radica en considerar el contexto social y relacional de la persona, reconociendo que nuestros problemas están conectados con nuestras relaciones más importantes.
Este método terapéutico ha demostrado ser útil para apoyar en la mejoría en una amplia variedad de trastornos psicológicos. También ha demostrado ser útil en diversas situaciones: desde dificultades en la infancia y adolescencia, hasta crisis de pareja, duelos, conflictos intergeneracionales y problemas de comunicación. En lugar de centrar la intervención en la “conducta problemática”, promueve la comprensión mutua, la corresponsabilidad y la reconstrucción de vínculos más saludables.
En definitiva, la terapia sistémica ofrece una intervención profunda, respetuosa y transformadora que va más allá de corregir conductas: busca restaurar el equilibrio, el bienestar y la funcionalidad de todo el sistema familiar.
Referencias
Calvo, P., Llewellyn-Jones, S., Cervesi, C., Sareen, A., & Moreno, G. (2016). Introduction to systemic family therapy. European Psychiatry, 33, S559 – S560. https://doi.org/10.1016/j.eurpsy.2016.01.2074
Carr, A., Pinquart, M., & Haun, M. (2020). Research-Informed Practice of Systemic Therapy. **, 319-347. https://doi.org/10.1007/978-3-030-36560-8_18
Eguiluz, L. (Comp.). (2004). Terapia familiar: Su uso hoy en día. Pax.
Pinquart, M., Oslejsek, B., & Teubert, D. (2016). Efficacy of systemic therapy on adults with mental disorders: A meta-analysis. Psychotherapy Research, 26, 241 – 257. https://doi.org/10.1080/10503307.2014.935830
Retzlaff, R., Von Sydow, K., Beher, S., Haun, M., & Schweitzer, J. (2013). The efficacy of systemic therapy for internalizing and other disorders of childhood and adolescence: a systematic review of 38 randomized trials.. Family process, 52 4, 619-52. https://doi.org/10.1111/famp.12041
Russell, W., & Breunlin, D. (2019). Transcending Therapy Models and Managing Complexity: Suggestions from Integrative Systemic Therapy.. Family process. https://doi.org/10.1111/famp.12482
Vargas, P. (2004). Antecedentes de la terapia sistémica: Una aproximación a su tradición de investigación científica. En L. Eguiluz (Comp.), Terapia familiar: Su uso hoy en día (pp. 1–27). Pax.
Von Sydow, K., Beher, S., & Retzlaff, R. (2024). Systemic Psychotherapy: An Introduction to Its Theoretical Foundations and Clinical Practice.. Deutsches Arzteblatt international, Forthcoming. https://doi.org/10.3238/arztebl.m2024.0194
Este articulo fue hecho por el psicólogo Antonio García | Red de psicólogos con la misión de hacer la terapia accesible | Terapia online desde $10 USD | Psy-red.com